Los pacientes con migraña podrían sufrir un aumento del riesgo de padecer pérdida auditiva neurosensorial idiopática súbita, sugiere un estudio publicado en Cephalalgia. La enfermedad es uno de los patrones de disminución auditiva menos comunes, ya que representa el 1% de todos los casos de pérdida auditiva. 

El equipo investigador identificó a 10.280 pacientes con migraña registrados en una base de datos y emparejó a cada uno con cuatro adultos sin migraña, pero de la misma edad, sexo y con iguales comorbilidades, seleccionados al azar (n = 41.120). Se excluyó a los pacientes con migraña diagnosticada antes de los 20 y después de los 65 años, y a los pacientes con antecedentes de enfermedad cerebrovascular, pérdida auditiva neurosensorial, neuroma acústico o enfermedad de Menière. Durante los cinco años de seguimiento, 134 de los 51.400 participantes (0,3%) desarrolló pérdida auditiva neurosensorial idiopática súbita. La incidencia fue de 81,6 por cada 100.000 años-persona de seguimiento en la cohorte con migrañas, frente a 45,7 en el grupo control. Los pacientes con migrañas tuvieron 1,8 veces más riesgo de desarrollar el síndrome que aquellos sin migrañas (p = 0,002). En el análisis de variables múltiples, la hipertensión estuvo asociada con 1,92 veces más riesgo, aunque no fue un resultado estadísticamente significativo. 

Los autores concluyen que la migraña sería un factor de riesgo importante de pérdida auditiva neurosensorial idiopática súbita en ciertos pacientes, quizás en aquellos que también padecen factores de riesgo vascular, como la hipertensión

RELACIÓN ENTRE METEOROLOGÍA Y MIGRAÑA 

La relación entre migraña y meteorología aparece reflejada en la práctica clínica de forma constante y en la bibliografía se habla de un subgrupo de pacientes migrañosos sensibles a las circunstancias meteorológicas. Los cambios climáticos se comportarían como factor predisponente o desencadenante de jaquecas y cefaleas. 

Un reciente estudio ha recogido de forma prospectiva durante 182 días las variables climáticas de una ciudad española y las han cotejado con el registro de los pacientes que acudieron a urgencias del hospital y fueron dados de alta con el diagnóstico de cefalea durante el mismo período (n = 731). Cumplían criterios de cefalea primaria 384 pacientes: 302 con cefalea tensiva episódica, 65 con migraña sin aura, 9 con migraña con aura y 8 con cefalea en racimos episódica. 

No se encontró correlación entre las distintas variables climáticas y el inicio de las crisis de migraña. Sin embargo, al analizar el número de pacientes con migraña atendidos por crisis se objetivaron diferencias significativas (p < 0,004) en relación con el cambio en la velocidad del viento. En este sentido, una diferencia en la velocidad superior a 20 km/h respecto a la del día anterior se relacionaría con un mayor incremento en el número de crisis de migraña atendidas en urgencias.